jueves, 28 de abril de 2011

Cuando llega el Dia "D"

EL DÍA “D” DE CRUCITA
Crucita andaba esa mañana, profundamente desesperada y angustiada; su rostro estaba hinchado de las lágrimas que la pobre muchacha de 18 años había derramado por no encontrar a su bebé a quien había amamantado hacía unas horas.
Ella lo buscaba como quien busca una moneda de oro que se le ha extraviado y preguntaba a todo el mundo: “¿No han visto a mi bebé?” Los días se sucedieron, el uno al otro, sin traerle esperanza alguna; pero no pasó uno sólo de ellos sin que ella formulara la misma pregunta a sus amigos y vecinos.
El bebé de Crucita tenía solamente 11 meses de nacido cuando su padre lo secuestró, privándolo del calor de su madre, acción que pudo llevar a cabo al contar con el apoyo y recursos financieros de su familia. A partir de ese momento, su mamá nunca más lo volvió a ver… hasta pasados 30 años.
El escenario de esta obra viva pintaba de la siguiente manera: el padre del bebé era el hacendado del pueblo y ella, la ingenua y casta campesina, hija de una familia pobre, honorable y honrada, que servía a los más acomodados. Crucita se había sentido orgullosa y halagada cuando se dio cuenta de que este galán había fijado sus ojos en ella: era su primer amor. Lo que ella ignoraba era que el amor verdadero brillaba por su ausencia en esa relación de “atracción pasajera”.
Como Crucita, todos tenemos un día “D”. Se le llamó el día “D” al día cuando la Europa dominada por los nazis fue invadida por un esfuerzo aliado de diferentes países el 6 de junio de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial. Las tropas entraron por Normandía, al noroeste de Francia, y lograron su objetivo aunque a costa de miles de muertos. El nombre de día “D” se ha dado, a partir de entonces, al día en que algún evento significativo ha tenido lugar.
Por lo tanto, ese día “D” en nuestras vidas tipifica algún drama crucial que atravesamos. Es ese día que nos lleva a pensar que no habrá nada más, una vez que salgamos de esa situación tan terrible y amarga que estemos viviendo. Es ese día en que pensamos que nuestro mundo se acabó, y que nuestra razón de vivir se desploma para siempre. Ese día “D” puede ser marcado por la muerte de un hijo o más de uno, mientras nosotros le sobrevivimos, o por la pérdida de todas nuestras posesiones –sean cuales sean– y quedarnos en la calle, o por sufrir un accidente en el que nuestro ser amado quede con parálisis cerebral, o por experimentar la impotencia del débil frente al poderoso que nos avasalla y saca provecho de nosotros.
¿Quién sabe cuál será ese día lleno de nubes en tu vida? Te quiero decir que siempre habrá un sol que lo ilumine; para Dios no pasamos desapercibidos. La Biblia dice que el sol brilla para todos y, para Crucita, ese día de sol brilló cuando se dio cuenta de que en su vientre saltaba un nuevo ser, cuando se dio cuenta de que este galán le había dejado otro hijito. ¡Para ella se iniciaba una nueva razón de vivir!
Ana de Irigoyen
fulvia.irigoyen@gmail.com

miércoles, 27 de abril de 2011

Hoy... estimare a los demas como superiores

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” Fil 2:3-5
Muchos han sido los días cuando he invertido horas y horas pensando en mi mismo y evaluándome como mejor que los demás.
Resultado? Insatisfacción y mezquindad. No fui hecho para mirarme en un espejo y olvidar los que me rodean.
Hoy quiero caminar por el sendero de la humildad y no mirar por lo mío propio sino por lo de los demás.
Tengo como modelo al Señor Jesús. Quiero hoy estimar a los demás como superiores en muchas áreas a mi mismo.
Hoy recuerdo las palabras de J.B. Phillips quién modificando las bienaventuranzas del Señor , las adaptó a los que continuamente vemos en nuestro confundido mundo: El dijo: “ Bienaventurados los arremetedores, porque ellos avanzan en el mundo.
Bienaventurados los inflexibles, porque no permiten que la vida los lesione. Bienaventurados los que se quejan, porque ellos consiguen que se haga su propio capricho hasta el fin. Bienaventurados los indiferentes, porque ellos no se preocupan por sus pecados. Bienaventurados los que explotan a los semejantes, porque ellos obtienen resultados.
Bienaventurados los hombres bien informados del mundo, porque ellos saben por donde van.
Bienaventurados son los que causan problemas, porque así logran que la gente les preste atención”. Qué triste, así es como piensa el mundo, pero la realidad es otra, no son bienaventurados sino desdichados, porque a la postre recogerán lo que han sembrado.
El mundo en sus desdichas, no piensa sino en si mismo. La gente egoísta solo quiere ver sus éxitos y abrirse camino aunque tenga que derribar al que esta sentado junto al camino. Hoy, quiero hacer todo lo contrario, seguir el ejemplo de Jesús, quien no se aferró a si mismo, más se humilló y pensó en mí y me alcanzó en su misericordia.
Señor. Que vacío hay en el mundo, puedo palpar ese vacío en la calle, en el mercado, en la oficina y aun en las casas.
Cada uno luchando por si mismo, pensando en si mismo y vanagloriándose en si mismo, pero yo no quiero seguir ese camino hoy.
Hoy quiero mirar a los demás como superiores a mi mismo en diferentes áreas.
Quiero tener en mente Señor, tu gran amor y bondad que me enseña a dar pasos firmes por el sendero de la humildad.
Señor, ayúdame hoy a no hacer nada por contienda, ni por vanagloria, a no mirar lo mío propio, sino pensar en lo de los demás. Amen
Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com

martes, 26 de abril de 2011

Hoy No, Mañana Si…

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.” Thomas Jefferson
¿Eres de las personas que siempre pospones las cosas para mañana?  ¿Has dilatado tus sueños y no sabes qué hacer?
Seguir posponiendo tus sueños, o seguir posponiendo algún asunto en el hogar o en el trabajo a la larga cuesta mucho y puede traer mucho dolor. La dilación o procrastinación es uno de los problemas más habituales que presentan las personas que buscan siempre crear plazos. Se estima de acuerdo a una investigación realizada por el Dr. Piers Steel de la Universidad de Calgary se encontró que 95% de las personas postergamos al menos ocasionalmente, pero que hay un 15 a 20% de nosotros que lo hacen de manera consistente y problemática.
Es muy común encontrarse con personas que dicen:
“Hoy no lo termino, mañana lo hago”
“La próxima semana empiezo”
“El próximo año si me comprometo”
Cualquier parecido es pura coincidencia. Esto es lo que siempre escucho o leo en algunos correos que me llegan. Muchas personas van fácilmente a la auto derrota al postergar sus sueños, creyendo que habrá un mañana cuando las cosas cambien, cuando el viento se ponga  a su favor. Y es que la esperanza del mañana te dice: “mañana si tendré tiempo”
El sabio Salomón escribió: “Quien vigila al viento, no siembra;  quien contempla las nubes, no cosecha.”
La postergación es un hábito que cuesta daños a nuestro organismo, ocasiona estrés y causa enfermedades como la gripe o trastornos digestivos, de acuerdo a investigaciones realizadas. Y es que muchas veces también postergamos la visita al médico o al odontólogo. Puedes sacar la cuenta cuanto te ha costado dejar de ir a un especialista en salud y comprobar por ti mismo el costo de la dilación o postergación.
Hay muchas causas por las cuales las personas postergan, me referiré a algunas. Una razón es porque esperan muy poco de la vida, han perdido sus sueños. Sus expectativas son muy bajas y buscan evitar el rechazo. Tienen miedo por la pérdida de confianza en sí mismo y como consecuencia su desempeño es mediocre. ¿Esperas muy poco de la vida? ¿Cuáles son tus expectativas de vida? ¿Cuántos años esperas vivir?
Otras personas dilatan porque no le dan importancia a la relación que tienen o a la tarea que realizan. Estas personas viven aplazando las cosas que son cruciales en la familia o en el trabajo y como consecuencia viene la infidelidad, el divorcio, el despido, la quiebra económica, entre otras. ¿Me importa mi familia? ¿Me importa mi trabajo o negocio? ¿Qué puedo hacer para cambiar mi situación y llevarla a un nuevo nivel?
Otros postergan porque se distraen con asuntos triviales que los sacan de su actividad o actividades y viven esperando que el elemento distractor se vaya para ellos poder continuar. ¿Cuáles son las tentaciones que me distraen y no me dejan ser productivo? ¿Cuál es mi responsabilidad? ¿Cuál es mi compromiso para no distraerme y cumplir con mis deberes?
No necesariamente quien posterga es perezoso, pero me encanta esta frase de Salomón que escribió: “El perezoso ambiciona, y nada consigue;  el diligente ve cumplidos sus deseos.”
Si hasta ahora no has conseguido tus sueños, no has logrado tus metas, no estás obteniendo lo que deseas en la vida  es porque has postergado. Hoy es un buen día para vencer a la procrastinación y comprometerte a ver cumplido tus deseos.
Hoy es tiempo de ponerte en acción.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal
info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com

jueves, 14 de abril de 2011

Mi Padre Me La Tenía Guardada.

Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí” (Génesis 37:23)
Nadie que se aprecie de ser siervo de Dios estará exento a que le despojen en alguna ocasión. Pierdes amigos, posiciones, seres que amas, un trabajo, te echan de la iglesia, dudan de tu ministerio, te quitan cobertura… La lista es extensa. Y es que ese sentido de pérdida, en la perspectiva de Dios, es un paso necesario para tu formación.
DIOS TE DA VESTIDURAS QUE NO MERECES.-
Cuando José recibió su túnica de muchos colores (llamémoslo ministerio, don, posición, unción, cobertura, bendición), la túnica le quedó muy grande. Siempre que Dios nos declara su propósito, ese propósito nos queda mucho más grande que la talla que podemos dar. La intención Divina es que crezcamos, que maduremos hasta alcanzar la medida que él nos ha asignado.
Recuerda que José sólo era un muchacho (17 años)  inmaduro, consentido y malcriado cuando recibió la túnica de su padre. Dios le mostró a través de sueños lo que iba a hacer en su vida, y en virtud de quedarse calladito y humilde, presumió de su llamado y de su túnica más de lo que le era permitido.  Con justa razón sus hermanos le aborrecías.
José tenía un llamado, tenía un sueño, pero su carácter estaba cimarrón. Le hacía falta una pasantía en la escuela de Dios.
LA ESCUELA DE DIOS COMIENZA POR LA DESNUDEZ.-
Alguien dijo en una ocasión: “Si quieres probar la capacidad de un hombre, dale poco; si quieres adularlo,  dale mucho; si quieres probar su fidelidad, quítaselo todo… entonces se revelará su corazón”
A José le dieron todo (la investidura de la túnica) y luego le dejaron desnudo. De príncipe a mendigo. De hijo dilecto al menosprecio de sus hermanos. De señor de la casa a esclavo. Es en esta parte de la película cuando muchos reniegan y dicen: “y de qué me sirve que Dios haya dicho tanto de mí, mírenme cómo estoy…” Reniegan de Dios, del servicio a él, de la iglesia, de sus mentones, de la familia, de quienes le han traicionado… la lista es extensa.
Cuando Dios va a comenzar a tratar contigo, siempre te enviará a comenzar desde abajo, desde el nivel preescolar. No se pueden quemar etapas ni adelantar pasos. No hay promoción automática, es simplemente un proceso duro y difícil, pero que al final te lleva a tu destino divino.
LA ESCUELA DE DIOS INCLUYE SERVICIO.-
Tu fidelidad hará que te vistan vestidura de siervo, dejando atrás la desnudez de la esclavitud. José sirvió a la casa de Potifar, fue su primer pequeño paso en la escalada hacia su destino.
Te tocará lavar baños, barrer los patios, limpiar los pisos, fregar los platos, lustrar calzado, hacer mandados, obedecer órdenes que no comprenderás, hacer cosas humillantes e ilógicas… Dios probará tu obediencia.
LA ESCUELA DE DIOS INCLUYE TIEMPOS DE REFRESCAMIENTO.-
Tu fidelidad hará que te cambien la vestidura de siervo y te den promoción a Manager (Mayordomo de la casa de Potifar). No es precisamente lo que esperabas, pero constituirá una parada de refrescamiento en tu camino. No es el final del camino, sólo es un avituallamiento porque lo que resta quizá sea lo más difícil del trayecto.
En todo desierto hay un Refidim (lugar de descanso). Pero no te quedes con el espejismo del oasis, estás a mitad del desierto. Por eso en la vida cristiana tendrás momentos de celebración, de triunfo, de bendición… no te engañes, no es el final de la senda, es sólo para que retomes fuerzas.
LA ESCUELA DE DIOS INCLUYE DIFAMACIÓN, ATAQUES Y PRISIÓN.-
“Este hombre no es ningún siervo de Dios… es un violador, aquí tengo las pruebas”  Es una acusación muy grave para ser soportada. Cuando te acusan, disimuladamente se apartarán de ti los “amigos”, te quedarás sólo, nadie querrá defender tu causa. Por el contrario, habrá quienes digan: “ya decía yo que algo malo había en esta persona… tarde o temprano iba a caer…”
Una vez más José es desnudado. Le despojan de su chaqueta de manager, de empleado estrella y a cambio le visten con uniforme de presidiario. Otra vez sólo. Esta vez en la cárcel. ¿Y dónde se mete Dios cuando más se le necesita? Te parece conocida la expresión?
Me gusta la actitud de José. Cualquier otro se hubiera desarmado moral y espiritualmente. José estaba aprendiendo de la escuela de Dios. Se puso a ministrar las necesidades de otros, hasta le dio palabras de consuelo, palabras proféticas, se puso a revelar el futuro de los que se hallaban en aflicción junto con él en la cárcel.
LA ESCUELA DE DIOS INCLUYE PROMOCIÓN (A SU DEBIDO TIEMPO).-
José buscó, erróneamente, la autopromoción:
“Acuérdate, pues, de mí cuando tengas este bien, y te ruego que su uses conmigo misericordia, y hágas mención de mí a Faraón, y me saque de esta cárcel” (Génesis 40:14)
¿Quién que estando en una crisis no ha buscado ayuda de una amigo, de un conocido, de un familiar en su momento?. ¿Quién no va y toca puertas e insiste nadando contra corriente? Lamentablemente el hombre miente y falla. Cuando esperas en el hombre y éste no cumple, a tu vida sólo vendrá desilusión. Pero cuando esperas en Dios, Él se acordará de ti, y moverá sus recursos para tu promoción (Génesis 41:9)
Cuando Dios decide sacarte de tu prisión (de tu aflicción, de tu crisis) lo hace “APRESURADAMENTE”, y cambiarán tus vestidos una vez más:
“Entonces Faraón envió y llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel; y se afeitó y CAMBIÓ SUS VESTIDOS, y vino a Faraón” (Génesis 41:14)
Pero no sólo eso; Dios se reserva doble honra a quienes se gradúan de su escuela:
“Entonces Faraón quitó SU ANILLO… Y LO PUSO EN LA MANO DE JOSÉ, Y LO HIZO VESTIR DE ROPAS DE LINO FINÍSIMO, Y PUSO UN COLLAR DE ORO EN SU CUELLO” (Génesis 41:42)
Como de la noche al día. De mendigo a príncipe, de la bancarrota a la victoria total. Pero no celebres demasiado… todavía falta lo mejor.
LA ESCUELA DE DIOS TE HACE MERECER SU INVESTIDURA.-
Aparentemente, para José ya habían pasado los peores tiempos y por fin gozaba de un tiempo de gloria y victoria, pero Dios se había preparado un examen final que probaría si merecía o no lo que estaba reservado para él: El reencuentro con sus hermanos.
Cuando todo parece ir bien, Dios te confrontará con tu pasado, con los fantasmas y gigantes que ya pensabas haber superado, traerá de regreso a quienes te dañaron, a quienes te ofendieron, a quienes se olvidaron de ti. Los tendrás frente a ti no en las condiciones anteriores, los tendrás frente a ti y correrás la tentación de tomar venganza por tus propias manos.
Pero sólo un corazón sano puede hacer lo que José hizo:
“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien… para mantener en vida a mucho pueblo” (Génesis 50:20)
José había aprobado el examen final. Le  pregunta a sus hermanos: ¿vive aún mi padre? Manda de inmediato por él. Esta es la parte de la película que usted se perdió, que creo más o menos fue así:
Vean a Jacob caminar arrastrando su pierna (la que Dios le había herido) apoyado en su bordón. Va lo más a prisa que puede porque se reencontrará con el hijo que hacía muerto hace tantos años. De frente vean venir a José con todo su séquito, una nube de polvo se levanta en el horizonte. Estando frente a frente, José baja del carro y corre a abrazar a su padre. José es el señor de Egipto, Jacob es sólo un viejo enfermo, con vestiduras hediondas a oveja. Hay lágrimas, hay abrazos, hay risas, hay fiesta, es el encuentro soñado.
De repente, Jacob aparta un poco a su hijo de sí, como para verlo mejor. Hace una seña a dos de sus nietos que viajaron con él desde Canaán. Los muchachos cargan un viejo baúl, el cual abren ante Jacob. Dirigiéndose a su Hijo José, Jacob le dice: “Llegó el momento de tu promoción… quítenle el vestido” (el de lino finísimo que le había dado faraón). Y así, frente a todos, una vez más, José es desnudado… pero esta vez no será un esclavo; esta vez no recibirá un uniforme de siervo, tampoco un traje de mayordomo; esta vez no le meterán en la prisión.
Inclinándose al viejo Baúl, Jacob saca una vieja túnica, está raída por el tiempo, pero aún luce hermosa con sus muchos colores… sí, es la túnica de muchos colores que hace tantos años le había regalado a José cuando era muchacho.
Alguien grita: “pero está manchada”, y es verdad, hay una mancha de sangre, es sangre de cordero que los hermanos de José derramaron para engañar al padre diciéndole que José había sido muerto por fieras del desierto (Génesis 37:31)
Vean a José asombrado, llora incontenible mientras dice: “Es increíble, mi túnica… la que me regalaste hace tanto tiempo. Yo creí que se había perdido”, y mientras tanto Jacob se acerca a su hijo y se la pone, ya no le queda grande, le queda justa, a su medida, es  su talla. Y mientras se la ciñe al cuerpo, delante de todos, Jacob exclama:
“NO SE HA PERDIDO, TIENE SOBRE SÍ LA MARCA, LA MANCHA DE SANGRE, LA DEL CORDERO QUE MURIÓ POR CAUSA DE ESTA HISTORIA. NO SE HABÍA PERDIDO, TU PADRE LA GUARDO PARA TÍ”
•    Lo que Dios ha dicho de ti, se cumplirá
•    Cuando Dios te muestre su propósito en ti, recuerda: procura dar la talla, siempre Dios nos da cosas que son más grandes de lo que nuestra capacidad humana pueda colmar.
•    La Escuela de Dios tiene el propósito de formar tu carácter
•    No te amargues por quienes te hacen daño… ellos sólo son peones del gran ajedrez de Dios. Son instrumentos de tu formación, y para bien Dios lo ha encaminado todo.
•    Nunca reniegues, al contrario, ten la actitud correcta y está atento a quienes pueden necesitar tu ayuda y tu ministración en el proceso.
•    Mantente en Integridad, no importa que pareciera que Dios ya se olvidó, no te olvides tú de Dios
•    Hay pequeños momentos de celebración, pero no son el final del camino
•    Sé humilde para dejarte formar: Sólo los que se dejan desnudar y revestir son verdaderos discípulos de Cristo.
•    Sana tu corazón. Sólo un corazón sano podrá pasar el exámen final de Dios
•    No busque autopromoción. El hombre se olvida, pero UNO DE ESTOS DÍAS DIOS SE ACORDARÁ DE TÍ
•    Cuando Dios te saca de tu crisis lo hace APRESURADAMENTE
•    El final no llega mientras no se cumpla todo lo que Dios dijo de ti.
Pastor Orlando Osorno.
orlandosni@yahoo.es
Managua.Nicaragua

martes, 12 de abril de 2011

El Antídoto de Dios para Los Ocupados


Salmo 23:2 ” En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.”
Nuestra vida diaria actual parece estar muy inmersa en muchas ocupaciones, las cuales nos hacen estar cada vez mas cansados y alejarnos de lo que realmente Dios quiere.
Si tenemos un trabajo que nos absorbe, pasamos mucho tiempo ocupados con esto. Si estamos en la casa por lo general pasamos muy pendientes de la limpieza, el orden y alguna que otra cosa que se requiera. Si hay niños o jóvenes, pasamos muy ocupados y preocupados de lo que hacen y de qué va a suceder con ellos.
Vivimos muy ocupados de las muchas cosas en que nos involucramos y esto lo que provoca en nosotros es más que ocupación, se convierte en una carga, en un gran trabajo y más difícil aún pensar en un descanso, como dice el Salmo 127:2 “Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar.” Realmente se nos hace difícil tener paz y más todavía tratar de buscar un descanso.
Nuestro diario vivir debe ser un balance, no podemos dejar de ocuparnos, pero sí busquemos espacios que nos den descanso y que nos permitan ocuparnos de nosotros mismos y de los demás, pero no nos carguemos innecesariamente, ya Cristo lleva nuestras cargas, dejemos que él se encargue de aquellas cosas que no podemos resolver.
Disfrutemos lo que tenemos mientras lo tengamos y no estemos preocupándonos por obtener más todo el tiempo.
Deleitémonos en el Señor, hagamos altos en nuestro camino, y tengamos paz.
Pastor Giovanni Mora
Asociación Misionera Sendero de Luz

lunes, 11 de abril de 2011

Endeudado



“Estoy en deuda con todos, sean cultos o incultos (los Griegos y los Bárbaros), instruidos o ignorantes”. Romanos 1.14
Sin duda alguna en la mente de Pablo, el le debía algo a cada persona en este planeta. Esta es una obligación bastante grande que él está dispuesto a aceptar. Pablo pudo haberse sentido de esta manera por varias razones.
Tal vez él se sentía de esta manera porque en un punto de su vida, vivió persiguiendo a loscristianos. Tal vez se sentía de esta manera porque guió a mucha gente a descarriarse a causa de su juicio errado. Obviamente, él tuvo una opinión sumamente fuerte y era apasionado en su búsqueda de destruir la iglesia, tanto así que tendría sentido que él haya influenciado a que mucha gente se haya sentido de la misma manera.
Tal vez  sentía una deuda con el mundo por lo que había recibido de parte de Dios, en la forma de Gracia, misericordia, salvación, perdón, relación y propósito. ¿Quien sabe el punto o el origen absoluto de su profundo endeudamiento? Pero sabemos que lo siente y que esta viviendo su vida buscando pagarla.
Esta es una perspectiva tan diferente a la de la mayoría de las personas, o por lo menos de muchas personas. Nos miramos al espejo y nos vemos a nosotros mismos. Y por el resto el día, esa es la única persona que vemos.
Sentimos que el mundo nos debe a nosotros. A menudo sentimos que merecemos recibir de los que nos rodean. Decimos, “Vivo para mí, porque nadie velará por mí”.
He visitado varios países que han salido de tiempos difíciles de hambre bajo el comunismo. Tiempos en los que la comida era traída a las plazas de cada pueblo, por camiones, y si la gente no lograba llegar al frente de la multitud, simplemente no comerían. Y ahora, después de que el  comunismo se ha ido, la gente en esos países aun pelea por llegar al frente de la línea, porque quien sabe cuando se acabarán las provisiones. El sentimiento es tomar todo lo que se pueda, cuando pueda y de quien pueda.
Ahora bien, hay países en el mundo, lugares que por generaciones han tenido provisiones abundantes, que estan experimentando tiempos difíciles. Me temo que empezaremos a dirigirnos hacia el camino de “yo primero”. Y una vez que empecemos a ir por ese camino, será difícil regresar del mismo.
Pablo dice, “Estoy aquí para todos los demás”.
Oro para que podamos aprender a poner a los demás primero. Que nos sintamos endeudados con dar, que sintamos el deber de no ser egoístas y que podamos ver que tenemos una deuda por pagar.
Si acaso, que nos sintamos de esta manera, por todo lo que se nos ha dado. Se nos ha dado mucho por la mano de Dios y el amor de Cristo. No trate de agarrar más para tener más.
Mientras más obtenga, más tendrá que dar. Mientras más reciba, más grande se convierte su deuda, su deber y su obligación con los que le rodean.
Estamos ciertamente endeudados con Dios y la humanidad.
Robert VanDer Meer
laarboleda47.12@gmail.com

sábado, 9 de abril de 2011

Lo que Dios Realmente Quiere.


El relato de la creación en Génesis (los Comienzos) tiene algunos de los detalles más intrigantes acerca de la intención de Dios, al relacionarse con nosotros como pueblo y como individuos. En primer lugar, fuimos hechos a la imagen de Dios para parecernos a Él y reflejarlo en las formas más significativas de manera que pudiéramos relacionarnos con Él. (Génesis 1:26 – 27)  .
¿No es ése uno de los prerrequisitos en las relaciones interpersonales? el de tener cosas en común.  Dios nos hizo semejantes a Él de modo que no fuera como un extraño para nosotros. Fuimos formados para estar en armonía perfecta con Él y para estar de acuerdo con lo verdadero de Él.
No es un Dios extraño. De hecho, nos previene para que no permitamos que cualquier dios extraño aleje nuestros corazones de Él. (Salmos 81:9)   Aunque Él es majestuoso e imponente en alcance y poder, Dios nunca tuvo la intención de ser tan diferente a nosotros que tuviéramos que batallar para relacionarnos con Él.
Lo que hace difícil tener una relación cómoda con Él son nuestros errores no lo que desconocemos de Él. Somos Su descendencia, Sus hijos. Es posible que los padres terrenales algunas veces se pregunten cómo pudieron haber dado a luz a hijos que parecen tan diferentes a ellos en apariencia o en comportamiento. Sin embargo, es inimaginable que el Señor, anticipando las futuras conversaciones y la unión con nosotros, diera a luz personas que fueran diferentes a Él mismo.
Nos parecemos al Señor tanto en imagen como en semejanza. Mientras que estamos lejos de ser tan grandes como Él es, o de tener Su poder, nuestra imagen es como un azul pálido pulverizado
contra Su fuerte azul real. En lo más profundo de nuestro ser, nuestro espíritu, nuestro matiz interior tiene el mismo color básico que el de Él. Nuestra estructura y constitución están limitadas por realidades físicas, mientras que Su composición no lo está. Pero al principio Su naturaleza fue impresa en nosotros.
Por esta razón, la historia de la  redención y el crecimiento en el Señor puede ser vista como nuestra restauración para volver a ser como Él.   Cada una de las siguientes escrituras nos dice algo específico de Dios al restaurar a Sus hijos a Su imagen, tal y como nos había hecho al principio.
En Romanos 8:29 dice: A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo,para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
En 2 Corintios 3:18 el apóstol Pablo ratifica este hecho diciendo: “Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor.
De la  misma manera que Dios quiso que el hombre y la mujer estuvieran juntos, para tener comunión y conversación entre sí, así quiere que nosotros estemos juntos con Él.
Colosenses 3:10 dice: “y revestido del nuevo. Este, conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno”.
2 Pedro 1:3 – 4 “Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia; por medio de estas cosas nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de las pasiones”.
____________________________________________________
Al principio fuimos hechos hombre y mujer. Dios vio que no era bueno que el hombre estuviera solo. Esa era la condición en la que Él mismo había estado antes de que creara al hombre.  Sabiendo cuán lleno había estado Su propio corazón con el anhelo de compartir Su amor, Él creó una compañera para Adán, y Eva llegó a ser el complemento perfecto. De la misma manera en que Dios quiso que el hombre y la mujer estuvieran juntos, para tener comunión y conversación entre sí, así quiere que nosotros estemos juntos con Él.
Al principio, antes de que las decisiones equivocadas del hombre arruinaran la profunda unión entre Dios y nosotros, Él caminaba y conversaba con Adán y Eva en medio del jardín. (Lee Génesis 2 y 3.)
Así es como Él quiere acompañarte durante toda tu vida. Día a día, año tras año, experimentarás una revelación continua de quién y cómo es Él.
¿Qué es lo que realmente Dios quiere? Que tú y yo le busquemos diariamente y seamos impactados por el hecho de que él es nuestro Dios, nuestro Padre, Nuestro Amigo, Nuestro Salvador y nuestro Redentor.  Cada uno de estos títulos son grandiosos pero no son solo títulos, sino es su carácter, devoción y pasion por tí y por mí.
Este es tu primer día para probarlo.
Dr. Daniel Brown.
“Cómo Disfrutar tu diario vivir con Dios”. CTW.
El Doctor Daniel Brown, ha recibido tres grados de la universidad de UCLA y ha utilizado su talento creativo en la educación y el desarrollo de liderazgo pastoral, siendo mentor para cientos de líderes
alrededor del mundo. En 1984 Daniel dio comienzo a la Iglesia  “The Coastlands Aptos Foursquare Church” en Aptos California, sirviendo allí como el pastor principal por 22 años.